Nació en Sarajevo, y su obra está marcada por la experiencia del genocidio y la guerra. Pero dice que los sujetos de sus pinturas no están sólo hechos de oscuridad: logran trascender atravesando ese momento terrible. Dice que sus retratos no corresponden a personas reales, sino a estados de ánimo. Y sus temas favoritos son el vacío y la luz. Cuerpos, rostros, paisajes, edificios y esculturas de Maya Kulenovic.
