jueves, 6 de septiembre de 2007

Estados alterados


Ella nació y vive en Hamburgo, y dice que no sabe qué le gusta más, si las películas clase B o las pinturas del Bosco. En este momento, está obsesionada con el arte religioso icónico, la pintura renacentista y los cómics. Y fascinada por el horror espiritual de los pintores flamencos; intenta aplicar ese estado de ánimo a la serenidad del arte folk. Lo que se traduce en simpáticos Cristos narigones, una Muerte de madera muy extraña, pájaros agonizantes, nidos sobre una calavera. Además, dibuja. La búsqueda de Heiko Müller.