Es sueca, tiene 27 años; es autodidacta, y no le gusta viajar. Dice que pinta sus demonios y sus pesadillas para liberarse; llama a su estilo "horror neo-victoriano" y aseguro que, aunque predomina lo macabro, en su trabajo hay mucho humor. Usa sobre todo fotos antiguas intervenidas, en particular con collage. También colabora con el genial Gus Fink. Y cuenta que en cada una de sus pinturas hay un secreto íntimo que no puede develar. El gabinete de Mia Mäkilä.
