miércoles, 12 de noviembre de 2008

Hombres como bestias


En su Polonia natal, comenzó como un pintor de paisajes, que integraba colectivos contra la guerra y el fascismo. Pero de a poco se fue preocupando cada vez más por la forma humana y, en consecuencia, por la cercanía del hombre con la bestia. Humanos que parecen insectos, anatomías detalladas, deformaciones del cuerpo: criaturas apenas reconocibles como hombres y mujeres, que él llamó "derivaciones". También pintó criaturas malignas, seres intermedios, demonios. Vivió durante muchos años en Francia, pero volvió a Cracovia para morir en 1999. La pintura de Jan Lebenstein.