jueves, 14 de febrero de 2008

Devociones


Cientos de miles de cruces dejadas por peregrinos en una colina de Lituania. Fe abigarrada, arte pueblerino y fanático. Está a doce kilómetros de la ciudad de Siauliai, fundada en 1236 y ocupada por los reyes teutones durante el siglo XIV. La tradición de dejar cruces allí viene desde aquella remota era, y probablemente emergió como un símbolo del nacionalismo lituano frente a los invasores. Hoy cada visitante debe dejar una cruz o un rosario, y si no tiene, debe fabricarlo allí mismo con pasto, ramas o lo que tenga a mano. Fe demandante y creativa, que logra obras maestras del arte folk.