Nació en Checoslovaquia pero desde adolescente vivió en Canadá. Es sobre todo escultor, y trabaja con base de cera; lo fascina el realismo de este material. Y él protagoniza todas sus obras. Se multiplica. Se canibaliza. Reproduce su rostro en detalle. En general, usa sólo el espejo para retratar su cuerpo, nunca fotografías. Siempre está calvo y completamente desnudo. Muchas veces parece atormentado. Los críticos dicen que la figura del artista recuerda a los estoicos, borrachos y endurecidos campesinos de los purgatorios de El Bosco. Pero aquí además están dementes y enajenados. Los alter egos de Robert Stipl.