Hace veinte años que estudia muertos, porque trabaja en la morgue pública de México D.F., adonde llegan constantemente cuerpos anónimos. Fundó el colectivo SEMEFO (Servicio Médico Forense) y dice: "Desde el inicio de mi carrera a principios de los 90, he estado trabajando en una aproximación estética no tanto al tema de la muerte como al de los cadáveres en sus distintas fases, incluyendo sus implicaciones socioculturales. Trabajo sobre cuerpos sin vida, con lo que está en decadencia, y siempre lo hago empezando con la misma pregunta: ¿Cuánto es capaz de experimentar un cadáver?". O cuánto puede experimentar el público: en su instalación "En el aire", la mexicana Teresa Margolles llenó una sala con pompas de jabón. Sólo que el agua que forma esas pompas es la utilizada --de verdad, es la misma -- en la morgue para lavar los muertos.